Hemos quedado con Samantha Pink en el parque para ver si conseguíamos que nos hiciera una buena mamada en público, con lo que no contábamos es que ella estuviera tan caliente que además de chupar como una buena zorra, no se pudiera aguantar hasta llegar al hotel y decidiera follarnos allí mismo. Por supuesto que nosotros no nos vamos a quejar y vamos a disfrutar del momento.